viernes, 25 de julio de 2014

Afromexicanos, un rostro olvidado de México que pide ser reconocido




Conoce las voces de esta población que se siente invisibilizada y sin políticas públicas para atender las dificultades que enfrentan
Por José Roberto Cisneros Duarte
Martes, 29 de julio de 2014 a las 07:07






Lo más importante
Hay más de 400 comunidades afrodescendientes en 7 estados de México, principalmente Guerrero, Oaxaca y Veracruz
Muchos afrodescendientes no se reconocen como tal, lo que agudiza su falta de visibilización
El origen de este fenómeno se remonta a la llegada de esclavos desde África a la Nueva España
Afroamericanos llegaron desde Estados Unidos tras la Guerra de Secesión
También hubo migración en el marco de la independencia de países africanos

Las niñas decían 'no juegues con ella, es negra, está prieta’. Yo decía, '¿por qué?, ¿qué tiene mi color? ¿Es casi igual que el tuyo?'
Petra Alejandra Álvarez de la Cruz, representante de la organización Huella negra



Los afromexicanos se pronuncian por ser incluidos en la agenda educativa, política, legislativa, presupuestal, desarrollo y derechos humanos (Jesús Almazán).



Jóvenes africanos rompen el estereotipo



100 años del movimiento contra apartheid
10 años de lucha contra la discriminación
#TodosSomosMacacos, una campaña contra el racismo


(CNNMéxico) — ¿Afromexicanos? Aunque no se cuenta con datos duros confiables, oficiales, se estima que cerca de 400,000 mexicanos asumen tener raíces de este tipo, y muchos más las tienen, aunque no lo manifiesten así.

Algunos inmigraron en las últimas décadas por motivos sociopolíticos desde países con una mayor presencia de estas características, y otros forman parte de comunidades afrodescendientes ancestralmente asentadas en las costas del Pacífico o del Golfo de México. Pero ahí están, aunque vivan invisibilizados del resto de la sociedad o se nieguen a asumir esta identidad.

"Por los estereotipos que tenemos implantados, las personas muchas veces no se autorreconocen y les da como pena o se cohíben al momento de decir que realmente son de la población negra. Si los afrodescendientes mexicanos se autorreconocen como tal pero no tiene la aceptación del resto de las poblaciones, se dificulta mucho la convivencia”, comenta a CNNMéxico Yara Itzayana Molina de la Cruz, de la organización Juventud afromexicana de Acapulco, Guerrero.

“Un negro no puede ser mexicano”. Al menos eso es lo que agentes mexicanos dijeron a Wilner Metelus, ciudadano mexicano originario de Haití.

“Yo he recibido discriminación en este país. El 14 de septiembre de 2007 venía de Montreal, Canadá, llegué al Aeropuerto Internacional Benito Juárez, con un pasaporte mexicano, un agente de migración me dijo que un negro no puede ser mexicano. Fui detenido por dos horas, por mi color de piel”, relata Metelus, académico y presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, quien desde hace 15 años vino al país a estudiar y se quedó a residir.

¿Por qué los mexicanos ignoran a su tercera raíz? Daniel Ponce Vázquez, directivo del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), menciona que, en parte, tiene que ver con razones culturales e históricas.

“En ningún libro de texto, podemos decir que se reivindique el origen afro del pueblo mexicano; por lo menos la parte indígena la tenemos viva y presente en el Museo de Antropología, en las pirámides, el pasado histórico, y todavía en los pueblos vivos... En parte, lo que hizo daño fue esta visión vasconcelista de que éramos la raza de bronce, de dos: española e indígena, y se borró de la historia la parte afro. Como parte de esto, hay una negación más profunda de la raíz afro”, comenta en entrevista.

El embajador de Sudáfrica en México, Sandile Ngxina, agrega que otra explicación es la falta de líderes afromexicanos.

“Quizá la razón por la que no vemos negros mexicanos en los puestos de gobierno es por su falta de educación. Entonces, lo mejor es diseñar programas educativos que se enfoquen específicamente en los negros mexicanos, para que adquieran las habilidades que les permitan estar en el gobierno y acceder a empoderamiento”, sugiere en entrevista.

Discriminación con consecuencias

Esta situación se traduce en la falta de políticas públicas, por ejemplo, en el ámbito de la salud, pues en México no se toma en cuenta que la población con origen afro es más propensa a tener ciertas enfermedades.

“En Estados Unidos es muy diferente el trato que aquí en México, ahí antes de atenderte en el hospital te preguntan de qué ascendencia eres, y el trato de la medicina es muy diferente”, comenta Héctor Santiago Careaga Martínez, del Colectivo Afro Tamiahua, con sede en Veracruz.

En los diferentes niveles de gobierno, hay programas de salud hacia la población indígena, adultos mayores, infancia... pero no para la población negra, lo que bloquea los apoyos públicos para atender sus problemáticas particulares. La falta de visibilización de este sector se explica, también, porque sus integrantes no se reconocen como tal y, en consecuencia, no están organizados.

“La gente no se ha reconocido como afrodescendiente, por lo mismo tampoco la comunidad está reconocida como tal, entonces simplemente somos conocidos como 'morenos' pero no hay esa identidad hacia los afro (...) Desde el momento en que no se reconoce, en que no es vista como que existe, desde ese momento lo vemos como un proceso de discriminación”, abunda Esther Santibáñez, de la Organización de Mujeres en Acción Malinalli, de Yecapixtla, Morelos.

Esta organización que, según comentó a CNNMéxico, impulsa actividades como talleres de mujeres que proyecten liderazgo en la sociedad, accedió a financiamiento de parte de la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer A.C. (Semillas) y las fundaciones W.K. Kellogg, Ford y ADO.

También otras asociaciones de Guerrero y Oaxaca están recibiendo recursos para combatir la desigualdad que enfrenta la comunidad afromexicana y para, así, contribuir al desarrollo del país, indica Rui Mesquita, director regional para América Latina y el Caribe de Kellogg.

¿De dónde llegaron, cuántos son?

Daniel Ponce Vázquez, del Conapred, señala que en México hay más de 400 comunidades afromexicanas en siete entidades del país. Los tres estados con mayor presencia negra son Guerrero, Oaxaca (donde un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía -Inegi- de 2010 cifró en 74,525 el total de afromexicanos) y Veracruz, aunque hay además en Coahuila, a donde emigraron a partir de la Guerra de Secesión en Estados Unidos, en los años 60 del siglo XIX. También en Michoacán, Chiapas (región del Soconusco), Tabasco y menor en algunos otros estados del sur.

Pero, ¿de dónde llegaron? Los momentos de migración forzada más antiguos se remontan al siglo XVI, cuando llegaron a la Nueva España ­–procedentes de lugares como las actuales Guinea, Cabo Verde, Angola, Mozambique, Congo, Sierra Leona, Costa de Marfil o las Antillas­– a trabajar como esclavos en el campo, pues faltaba mano de obra producto de la muerte de grandes cantidades de indígenas.

Más recientemente, en los años 60 del siglo pasado cuando surgen los movimientos de independencia de los países africanos, llegaron al continente americano muchas personas de estos lugares.

“Son un grupo con diferente historia, la cual los trajo a México y que los hizo ciudadanos mexicanos. La historia y su influencia no se pueden descartar”, considera el embajador sudafricano, Sandile Ngxina.

Y, ¿cuántos son? En 1940, un cálculo antropológico estimó que alrededor de 300,000 mexicanos tenían origen afro. Una estimación de este tipo más reciente indica que durante la década de los años noventa había 450,000 personas afrodescendientes en México.

Pero cuantificarlos implica dificultades metodológicas. “El último censo que hubo donde hubo participación de afrodescendientes fue al final del siglo XVII. Inegi no tiene datos sobre cuántos afrodescendientes somos; en el censo (de 2010, el más reciente), nos contaron como indígenas, en el caso mío”, acota Wilner Metelus, de origen haitiano y nacionalizado mexicano.

A esto hay que sumar que es común que las personas con características afro no las asuman.

“En todas las encuestas piloto o exámenes, cuando a la gente se le pregunta, aunque tenga características afro, si es afro o negra, evidentemente hay un rechazo: 'soy mexicano, soy moreno', (dan) otra denominación genotípica, pero no afro. Esto tiene que ver con el racismo con el cual hemos sido educados”, detalla Ponce Vázquez al agregar que actualmente se prepara la “pregunta afro” para la encuesta intercensal que el Inegi aplicará en 2015.

“Por los estereotipos que tenemos implantados, las personas muchas veces no se autorreconocen y les da pena o se cohíben al momento de decir que realmente son de la población negra”, añade Yara Itzayana Molina de la Cruz, de Acapulco.

Lecciones para México

Para visibilizar a los afromexicanos, el país puede tomar en cuenta casos como la de Brasil, donde a partir de la priorización de la población con estas raíces para la entrega de apoyos, más gente se reconoció como tal. En una década, el número de brasileños que respondió tener origen afro subió de 16 a 54%, menciona Ponce Vázquez.

El embajador de Sudáfrica en México, Sandile Ngxina, comparte la experiencia de su país para reconocerse como una sociedad multirracial y multicultural, dentro del contexto de una sola nación.

“Nuestro lema es 'unidad en diversidad', no queremos crear la impresión de que todos somos iguales; somos iguales, pero no lo mismo. Eso ha hecho posible que el gobierno ponga en marcha ciertos programas para impulsar a grupos afectados históricamente por la discriminación, porque los efectos de la discriminación pueden durar mucho”, dice.

“Lo que México puede hacer es reconocer la raíz africana de su sociedad y también el hecho de que la gente que tiene origen africano son un grupo diferente que existe en México que tiene sus necesidades específicas que necesitan ser atendidas. Creo que si eso sucede, sólo entonces podemos empezar a ver su visibilidad”, comenta.

Tomado integramente de:  http://mexico.cnn.com/nacional/2014/07/25/afromexicanos-un-rostro-olvidado-que-quiere-ser-reconocido